La pasión con que numerosas mujeres hemos acogido la trilogía “50 sombras de Grey” debería hacernos pensar. Más teniendo en cuenta cómo ha disparado nuestro deseo sexual. ¿Qué ha sucedido? Nada que no hayan repetido una y mil veces los expertos en sexualidad: que cuando pensamos (positivamente) en sexo ¡lo queremos! Dicho de otro modo, para desear hemos de tener presente lo carnal, recrearnos en ello, vivir con ello… y eso es lo que hemos hecho al sumergirnos en la trilogía. Durante un tiempo hemos escapado de las mil y una excusas cotidianas que hacen que perdamos nuestra sensualidad… ¡y hemos recuperado nuestra libido!
(De hecho, ya explique en su momento que el voltaje erótico de muchas alcobas se ha disparado hasta tal punto que muchos hombres ya han expresado su temor al momento en que pase el efecto Grey, ya que, según explican, desde que se han metido en la piel de Anastasia, sus mujeres quieren más sexo y toman más la iniciativa y ellos, por supuesto, ¡encantados!)
La cuestión es: ¿nos permitiremos perderla -nuestra libido- otra vez? Espero que nuestra respuesta sea ¡no! Si ya sabemos de lo que somos capaces y hemos entendido, por fin, que nuestra mente es nuestro más poderoso órgano sexual, ¡estimulémosla! Hay muchas formas de hacerlo, o sea que depende mucho de una misma seguir en racha. Algunas ideas:
- Ya hemos comprobado el efecto de la literatura, pues hagámonos con otra novela de fuerte componente carnal. Ya escribí sobre la trilogía Crossfire y cada día se lanzan nuevos títulos.* Conviértete en una asidua de la librería y tómatelo con la naturalidad que se merece: a ellos les va el cine X, a nosotras el porno para mamás (calificativo desacertado ya que tiene fans de toda edad).
- Crea tu propio material erótico. Escribe tus propias fantasías, ¿quizás cuentos o, por qué no, una novela? Llevo meses escribiendo una en mi cabeza y los buenos ratos que me depara… ¡muy recomendable! Además, se trata de una actividad altamente terapéutica, sobre todo porque te permite conocerte a ti misma y porque eres tú quien elige lo que te excita, no los demás. Si eres hábil con los lápices/pinceles puedes dibujar/pintar y, si eres muy lanzada y te va, nada te impide coger tu cámara fotográfica o tu videocámara y convertirte en la protagonista de tus propias historias. (Si tienes pareja, igual le animas a participar.)
- Si escribes un diario, ¿por qué no incluyes tus andanzas eróticas o, si lo prefieres, inicia uno exclusivamente sobre el tema?
- Los cinco sentidos. Observa y busca la belleza de las cosas. Los colores, la luz, las formas… Toca, acaricia, palpa diferentes texturas: las sábanas de tu cama, la toalla con la que te secas, tu crema facial, los diferentes tejidos de tu vestimenta, el cristal frío de una mesa, la corteza de un árbol, las velas, los penes ecológicos del puesto de verduras, el roce de tu lengua contra tu paladar… ¿Cómo los sientes? Confesión: la de veces que me tengo que frenar para no tocarle… ¡la ropa a desconocidos! ¿En qué estabas pensando? Sigamos. Haz lo propio con tu olfato. ¿Cómo huele tu mundo? ¿Adónde te transportan los olores? No olvides el oído. Juega con tu voz y escucha los sonidos de la vida. Cierra los ojos y presta atención. Busca los detalles. ¿Y el gusto? Saborea lentamente los platos con los que te deleitas… y ese beso (post sobre el beso en proceso). Si buscas en la etiqueta Sentidos encontrarás ejercicios para estimularlos.
- Mima y juega con tu cuerpo. Haz tus Kegels, en cualquier lugar y a cualquier hora del día, para sentirte; acaríciate el cuerpo y los genitales a diario y sin intención de llegar; juega con tus pechos cuando te pongas tu leche corporal; mírate en el espejo y coquetea contigo misma; baila, date un masaje… Vibra.
Podría seguir, pero ya largue bastante… lo dejo para otro día (ya sé que se me están acumulando muchas segundas partes pero hago lo que puedo). Importante reflexión final: no importa cómo, lo importante es que le hagas espacio a tu vida sexual.
* Pido ayuda: si alguien ha leído algo -novela, cómic, ensayo… relacionado con lo que nos interesa en este blog- y desea compartirlo con los demás parroquianos, puede mandarme su crítica a consultas@sylviadebejar.com y la subiré como un post tras editarla y trabajarla juntos. Espero que pronto estén listos los cambios que espero hagan de este blog un espacio mucho más interactivo.
(La imagen, “Naked Girls Reading”, es de Tigz Rice, cuya web bien vale una visita. Naked Girls Reading es un movimiento cultural alternativo en el cual mujeres desnudas leen obras literarias al público. No es de lo que va este post, pero me encanta esa imagen ¿y nada erótico nos es ajeno?)
(Este artículo, en su versión reducida, fue publicado en Yo Dona, revista con la que a veces colaboro.)